Mi viaje a Marruecos (Visión personal)

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.

Proverbio árabe.

Es curiosa la mente humana, de los tres últimos días apenas tengo recuerdos. Quizá por el cansancio acumulado o por el tipo de pista que te obligaba continuamente a mirar por donde iba a pasar la rueda de la moto…no sé. Recuerdo un gran cráter de meteorito, recuerdo una pista con muchas piedras, recuerdo un control militar y recuerdo al grupo parado en mitad de una carretera sin alcen, de noche y camiones pasando continuamente. También recuerdo un bar, en el que comimos, no acierto a recordar si el penúltimo día o el anterior. En el que entré al servicio a lavarme las manos y solo encontré el típico agujero y su grifo para lavarse a la altura de la rodilla, típico giñodromo de la zona. Me agaché y me lavé las manos, luego descubrí que en un lateral del bar había un lavabo. Decidí volver a lavarme  las manos. Aquel bar no tendría más de cinco metros por tres de ancho. Todo estaba en el exterior. En una calle en obras con polvo por todas partes. Una estrecha terraza y en ella acompañando a las moscas, un grupo de senderistas francesas, todas mujeres y algunas de buen ver. Estaban acompañadas por el chofer del autobús que con cara de entre acojonado y gallito, miraba desde un rincón como mirábamos a las chicas.
Aquel día, no pensaba hacer la comida de mediodía, como era habitual en este viaje, pero nos quedaba poco para llegar a la ciudad del hotel… no sabíamos lo que nos esperaba, así que disfrutamos de un almuerzo compartido con las moscas, que ya ni siquiera nos molestábamos en espantar. Comimos unas albóndigas sumergidas en huevo cuajado, que no recuerdo como se llamaban, pero que sí recuerdo, que estaban muy buenas. Así que con la barriga llena nos fuimos en dirección Ouazarzate. Pero el viaje que hasta ahora había sido generoso con nosotros, nos tenía reservado un pinchazo en una 690 y otro en la 640 aventure de Cristian. Estábamos en mitad de una carretera sin alcen y de noche. Y no era una carretera desértica. Los camiones pasaban a toda velocidad rozando el 4x4. Enseguida vimos el peligro, así que con las luces de emergencia del coche y algunos de nosotros con linternas haciendo señales, reparamos la moto y seguimos el viaje. Se notaba que ahora sí, se había acabado lo bueno, desde ese momento solo circulamos por carretera…

Al día siguiente entramos en Marrakech por un mercado con un trafico infernal, que por desgracia no grabé, al  haberme quedado sin batería en la go pro. Pero que a mi cabeza le costará olvidar. Por la noche nos acercamos al mercado, ese que sale en todas las guías turísticas. Al día siguiente, emprendimos viaje por la autovía a Tánger. En barco de Tánger a Tarifa y de Tarifa a Granada por carretera, en total los granainos hicimos ese día unos 900 kilómetros. Desde las 8 hasta las 2:30h que llegamos a nuestras casas. Pasamos del calor del desierto al frío serrano.

Aquí  pongo fin a mis relatos, espero os haya servido para haceros una idea de lo que se vive en un viaje como este a un país, Marruecos, que tiene unos paisajes maravillosos. Gracias, a mis compañeros de viaje por aguantarme. Gracias, al club Trail Total por aceptarme sin ser socio. Gracias a todos.

No sé si volveré a repetir. Ya sabéis el dicho…

“Donde has sido feliz, no debes volver jamás”.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Original manera de reflejar tus recuerdos.

Muy buen relato Joshu y bien expresado el viaje me alegro lo hayais pasado bien y toda la ruta la hayais disfutado .

Respecto a la ciudad perdida estoy indagando para averiguar su origen que no lo tengo claro y hasta los autóctonos no saben exactamente de que época es.

Este año próximo cuando bajemos pasamos por allí a conciencia para investigar de que época es la construcción , cuando estuve no me fije el tipo de barro que había ya que segun el tipo que sea se puede mas o menos concretar la fecha.

Joshu, volverás, sin duda volverás, esas mismas impresiones tenía yo hace tres años, desde entonces anhelo el momento de comenzar de nuevo, cada vez que regresas vives una aventura que siempre resulta inolvidable, la experiencia hace que disfrutes mucho mas, como tu muy bien comentabas Marruecos es un parque temático para las motos de campo, arena, piedras, llanuras interminables, dunas, polvo y sobre todo una inmensa calidad humana que se palpa en cada rincón por inhospito que sea, ¿como no vas a volver con todo esto?, ¿te lo vas perder? y como decía Carlos, "que no te lo cuenten, vívelo" . Enhorabuena por tu crónica, ya falta menos para Marruecos 2014...

Joshu, muchas gracias por tu relato. Siempre esperando para leer esa fresca historia que colgarias de nuevo. Que cantidad de vivencias. Es un placer el haber compartido todos esos momentos con todos vototros. A ver si nos vemos en la sierra granaina!

Bueno Joshu...un narracion muy personal de tus vivencias que me han permitido transportarme virtualmente al rumbo 180...gracias por todo...y como dice naujanto volveras...gracias  

Felicitaciones por el relato personal,y un placer para los lectores que se hecha de menos frecuentemente.

Ya Joshu, lo que te falta para poder evolucionar en Marruecos, es un viaje con La Trocha y JaviC y ya puedes dejar de ir.

Me alegro de que a algunos os haya gustado mi forma de contar el viaje.
Ya sabeis que si os acercais por Granada teneis un amigo.

chemagda escribió:Ya Joshu, lo que te falta para poder evolucionar en Marruecos, es un viaje con La Trocha y JaviC y ya puedes dejar de ir.

Tienen que coincidir muchos astros en linea para que yo vuelva a Marruecos, pero quien sabe... 

Que buen y original relato, gracias por compartir.  Yo solo he estado una vez pero sueño con volver cada día  

Por fin he tenido tiempo de leer la crónica   
Muy buena tío, gracias por compartirla   

Gracias por compartir tu relato con nosotros.

Y por hacerlo tan magníficamente.

Como agradecimiento, voy a relatarte la historia completa de Ramlia con Trail Total.

Ramlia.

Paramos a repostar. Tenemos gasolina de sobra, pero con las 4 motos tan cargadas no corremos riesgos.

Enseguida aparecen crios por todas partes, nos rodean, nos preguntan por la ruta.... uno de ellos, un tio mal encarado y con muy malas pintas nos dice que no se nos ocurra ir por ese camino... 'muy mal, yo os digo el bueno'.

'Will, estos nos quieren engañar, no me fio ni de la gasolina!'. No repostamos y nos largamos rápido.

Salimos del poblado y el camino es una sucesión de bañeras de fezfez tras otra. Pero muy profundas. En paralelo, entre el camino y los sembrados hay una senda de 50 cms, por la que me meto.

En estas que me encuentro con una mujer de frente que no se aparta. Tiro la moto al camino original, clava la delantera, pie a tierra, el pie se hunde... dolor.

Del golpe, las gafas me hacen un corte, sangre en la cara, pero lo peor es el pie. Me lo rompí tres meses antes, pero ahora me ha caído toda la moto encima, clavándome el cubrecarter.

A mis gritos (eso dolió!) vinieron a por mí, me sacaron, recompusieron la moto y decidimos no quitarme la bota por si era rotura: no podía apoyar el pie.

La moto de Eugenia no arranca. Le ponemos los cables desde la batería de Will ... y salimos. 2º aviso del destino.

La moto de Cris se para. 'Algo' no quería que nos fuésemos de Ramlia y empezaba a ser tarde. Tercer y último aviso.

Con la moto desmontada y rodeado de herramientas (por algunas de las cuales Cris me dio su virginidad a cambio ;-) ) empiezan a rodearnos los niños.

Teníamos miedo, lo vigilábamos todo.

Pero en estas, a Cris le da una de sus necesidades de azúcar (el muy cabrón no tiene grasa que quemar) y expresa en voz alta su deseo de una Coca-Cola.

'Quieres cocacola?'. Es el tipo mal encarado el que le habla.
'Si' responde Cris con cara de mosqueo.
'Yo traigo'.
'A que precio?' responde Cris con suspicacia.
'Normal, 10 dirham'.

Nos habían estado cobrando 15 dirham. Y allí, en medio de la nada... a 10!.
Cris contó a los niños: eran 8. 'Tráeme 12 cocacolas'.

30 minutos más tarde llega un ciclomotor con las bebidas. Damos una a cada uno.

Otros 30 minutos y aparece una pickup. Es de noche y no consienten que nos quedemos allí, vamos a su casa. Luego nos enteramos que tuvieron que ir a otra aldea a pedir prestada la pickup.

Y aquí se despliega la mejor noche de mi vida:

Me colocan el pie en alto, nos dan el mejor té del mundo, el mejor tajin del mundo, la mejor compañía del mundo...

El resto es historia, arreglamos la moto (había un experto en XR entre el público...), y dormimos. El dueño del local lo hizo junto a las motos, por nuestra tranquilidad y tan solo porque preguntamos 'si no había peligro'.

Salimos de allí con dificultad por mi pie. Tras el rio y la bajada, en la siguiente parada surgió Trail Total, pero eso es otra historia.

Pero el irnos fue una mentira, nunca nos fuimos, algo quedó allí y nos atrae. Al año siguiente fui en 4x4. Repartí ropa y material escolar en Ramlia: mi segunda patria, el sitio donde la vida me dio una bofetada y me quitó la 'tontería', donde aprendí que soy el último y que las apariencias nos hacen perdernos muchas cosas.

Y me llama, insistente. Tengo que ir. YA.

Muy bueno Felix bienvenido de nuevo.

chemagda escribió:Muy bueno Felix bienvenido de nuevo.

Lo mismo digo esta mas perdido que el barco del arroz...a ver si coincidimos en alguna....  

Muchas gracias por la historia, es emocionante, aquel lugar es especial. Tiene algo que no se puede explicar con palabras.